El café, un elemento esencial en la rutina diaria de muchos españoles, se ha ganado su lugar en las mañanas y sobremesas. Sin embargo, existen alternativas como las infusiones, que podrían ser más saludables. Conocemos los pros y contras de ambas opciones para determinar cuál es la mejor elección para la salud.

Beneficios del café

Un consumo moderado de café, entre una y cuatro tazas al día, puede tener beneficios significativos para la salud. Según Rosa Arnau, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Castellón, el café puede mejorar el rendimiento físico, contribuir a la pérdida de peso, mantener la concentración y la agilidad mental, y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer. Estos efectos positivos se atribuyen a su alto contenido en antioxidantes.

Gurutz Linazasoro, portavoz de la Sociedad Española de Neurología (SEN), apoya esta visión, destacando que el consumo moderado de café a largo plazo se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas. "Se cree que esto se debe a la acción antioxidante del café", explica Linazasoro.

Sin embargo, el café también tiene sus desventajas. El consumo excesivo puede causar insomnio, inquietud, taquicardias y, en dosis muy elevadas, convulsiones y delirios. Arnau advierte que el café está contraindicado en niños, embarazadas, mujeres lactantes y personas de edad avanzada. Además, un estudio epidemiológico reciente en el Biobanco de Reino Unido, que incluyó a 500.000 personas, encontró una fuerte asociación entre el consumo de seis o más tazas de café al día y el desarrollo de Alzheimer, así como una disminución del volumen cerebral observada en resonancias magnéticas.

Beneficios de las infusiones

Por otro lado, las infusiones presentan una alternativa interesante al café. Aunque se tiende a asociar las infusiones con momentos de relajación, algunas hierbas tienen efectos estimulantes similares al café. El , en sus diversas variedades (negro, verde, matcha, rojo, blanco y rooibos), es quizás la más conocida. El té contiene teína, que es químicamente idéntica a la cafeína encontrada en el café.

Arnau señala que, más allá del té y el café, existen otras plantas y alimentos que contienen cafeína, como el guaraná, el mate y el cacao. Sin embargo, no todas las infusiones tienen efectos estimulantes. Por ejemplo, infusiones de manzanilla, romero, jengibre o menta son opciones sin cafeína que pueden ofrecer un sabor agradable y beneficios para la salud sin los efectos secundarios del café.

Alternativas saludables al café

Enric Sánchez, profesor asociado de la Universidad de Lleida y coordinador de la Sociedad Española de Obesidad, sugiere otras alternativas saludables al café y las bebidas energéticas industriales. Entre estas alternativas se incluyen agua, zumos de verduras y hortalizas, zumos de frutas, batidos, agua de coco, agua con limón, kéfir y bebidas vegetales.

Sánchez también subraya la importancia de evitar el consumo de bebidas industriales y procesadas. "Es necesario realizar cambios en el entorno alimentario actual para promover envases individuales más pequeños de aperitivos y bebidas energizantes, apoyando así una mejor selección de porciones adecuadas y reduciendo el consumo", concluye.

Por tanto, mientras el café tiene numerosos beneficios para la salud cuando se consume con moderación, su exceso puede tener consecuencias negativas. Las infusiones, por otro lado, ofrecen una amplia gama de opciones que pueden adaptarse a diferentes necesidades y preferencias, con menos riesgos asociados al consumo excesivo. La elección entre café e infusiones dependerá de las necesidades individuales y de un consumo responsable para maximizar los beneficios de ambas opciones.