El robot Da Vinci ofrece un sistema quirúrgico de abordaje mínimamente invasivo de gran precisión y seguridad, que se traduce en un menor dolor postquirúrgico y un acortamiento de los tiempos de estancia hospitalaria, así como en una incorporación temprana a la vida social o laboral de las pacientes. En el caso concreto de las patologías ginecológicas, son numerosos los casos en los que esta técnica de precisión puede ser útil.

“El robot Da Vinci supone una ventaja adicional en cuanto a precisión quirúrgica para la paciente", celebra el doctor José Antonio Pérez Álvarez, ginecólogo del Hospital Quirónsalud Tenerife, experto en este tipo de procedimientos. Esta tecnología ofrece una mejor visión del campo quirúrgico, movimientos más precisos y finos de las pinzas de trabajo y menor daño tisular colateral asociado al acto quirúrgico. "Por todo esto, la recuperación de las pacientes es más rápida y menos dolorosa”, señala este especialista.

En el caso de las patologías ginecológicas, el robot Da Vinci se utiliza para el tratamiento quirúrgico tanto de casos benignos como malignos. “Como ejemplos del primer grupo, el de patologías benignas, tenemos las metrorragias funcionales (sangrados uterinos), los miomas (tumor benigno uterino no canceroso), la endometriosis, o la adenomiosis, entre otras”, remarca el doctor Pérez.

José Antonio Pérez Álvarez, ginecólogo del Hospital Quirónsalud Tenerife
José Antonio Pérez Álvarez, ginecólogo del Hospital Quirónsalud Tenerife.

Histerectomía y endometriosis, las más beneficiadas

El procedimiento quirúrgico más frecuente en este campo, “sin duda alguna”, es la histerectomía o extirpación del útero, con o sin anexectomía (extirpación de los ovarios y de las trompas de falopio). “Y el paradigma de enfermedad benigna que, en ocasiones puede llegar a comportarse como un proceso maligno, y que es susceptible de tratarse con este robot, aportando una ventaja adicional, es la endometriosis, en la que la anatomía pélvica suele estar muy distorsionada, y los campos quirúrgicos son muy complejos”, añade el especialista de Quirónsalud Tenerife. 

Aquí, el doctor Pérez recuerda el caso de una paciente joven con una calidad de vida muy deteriorada a causa de una endometriosis severa: “Desarrollamos una cirugía robótica de gran complejidad gracias a Da Vinci, dado que la anatomía pélvica estaba muy alterada por la enfermedad. Afortunadamente, este sistema robótico de máxima precisión facilitó una correcta intervención y permitió desde entonces a la paciente disfrutar de una vida normal, sin dolor”.

Cirugías en los casos más complicados

Otros procedimientos ginecológicos que pueden desarrollarse con el robot Da Vinci, una técnica avalada por más de 20.000 publicaciones médicas, tal y como detalla este ginecólogo, pueden ser la cirugía de la incontinencia de orina, las neurectomías presacras (interrupción quirúrgica de fibras nerviosas sensoriales cerca del cuello uterino para bloquear la vía de dolor), la colposacropexias (técnica para el prolapso urogenital), las miomectomías, las salpinguectomías (extirpar trompas de Falopio), las quistectomías de ovario o anexectomías (extirpar trompas de Falopio y ovarios), entre otras. 

“En el caso de procedimientos oncológicos, el paradigma de enfermedad tratable con este robot sería el cáncer de endometrio. Además de la cirugía del cáncer de cérvix uterino y de ovario en estadios iniciales”, sostiene.

El doctor Pérez Álvarez rememora, en cuanto a patología maligna, el caso de una paciente joven, afecta de un cáncer de cérvix uterino en estado avanzado, con adenopatías (ganglios) tumorales a nivel retroperitoneal, envolviendo a la vena cava y a la arteria aorta, cuya disección y extirpación resultó de gran complejidad, pero con buen final gracias a la precisión que aporta la cirugía robótica. En las pacientes afectas de un cáncer ginecológico, el abordaje de territorios anatómicos complejos y de implicaciones vitales hace que la precisión que aporta el robot Da Vinci sea de vital importancia.

“Para el cirujano supone mayor visibilidad, con un aumento de hasta 10 veces la realidad, así como una mayor precisión por la filtración de temblores, movimientos precisos, mejor acceso anatómico, instrumentos con articulación de más de 360º, una visión inmersiva que permite al cirujano una mayor concentración, autonomía, mejor ergonomía (disminuye la fatiga), mejores resultados postquirúrgicos en cuanto a control de sangrado o una menor tasa de reconversión. Por otro lado, supone para el cirujano formar parte del grupo de expertos que usan una tecnología avanzada”, remarca este ginecólogo.

Ventajas de esta cirugía robótica

Con todo ello, este especialista de Quirónsalud Tenerife celebra que el robot Da Vinci representa a día de hoy tecnología puntera que facilita “una vuelta a la vida habitual de las pacientes en tiempo récord”, gracias al procedimiento quirúrgico que ofrece la mayor precisión posible. “Con este sistema se aumenta la seguridad para las pacientes (menor sangrado, o menor riesgo de infección, por ejemplo)”, subraya el doctor Pérez. 

En último lugar, este experto ensalza que el robot Da Vinci ayuda a reducir los efectos secundarios tras las intervenciones quirúrgicas. “El robot Da Vinci en sí mismo es un robot esclavo a merced de la acción del cirujano. Interviene potenciando la seguridad del procedimiento quirúrgico mediante las características propias de esta alta tecnología. Se puede traducir ello como una reducción de las complicaciones intra y postquirúrgicas que puede tener un paciente”, concluye.