Sobre todo, pero no únicamente, identificado con los usos cosméticos, el Aloe Vera, si se utiliza adecuadamente, tiene sorprendentes beneficios para tu salud. Lo cual no quita que también tenga riesgos si no se usa con precaución. Con más de trescientos tipos de Aloe Vera, las que más se emplean con fines medicinales son la Aloe ferox y la Aloe barbadensis. El artículo estudiará qué efectos tiene el Aloe Vera en el organismo, sus beneficios, sus riesgos y los mejores métodos de consumo.

Beneficios del Aloe Vera en el organismo

La toma del Aloe Vera puede resultar adecuada si se realiza con moderación y puede tener muchas ventajas. Su aporte nutricional es amplio, aportando desde la vitamina A, C, E y del grupo B, así como minerales como el calcio, magnesio y el zinc.

Mejora la digestión y combate el estreñimiento

El Aloe Vera es conocido por su efecto laxante que poseen los compuestos hidroxiantracénicos porque antagonizan los movimientos intestinales y ayudan a la liberación de toxinas acumuladas en el cuerpo. También ofrecen propiedades antiinflamatorias para calmar las irritaciones del tracto digestivo, interviniendo, por ejemplo, ante problemas de acidez o inflamaciones gástricas. En cambio, el uso de esta planta debe ser limitado para evitar molestias, como cólicos o diarreas.

Refuerza el sistema inmunológico

El consumo de Aloe Vera refuerza las defensas del cuerpo humano. Sus antioxidantes son capaces de neutralizar los radicales libres, protegiendo así las células del daño oxidativo. Sus polisacáridos, por su parte, poseen una acción inmunomodulador, es decir, regulan la respuesta del sistema inmunológico, favoreciendo la defensa frente a las infecciones.

Precauciones para su consumo

Sin embargo, a pesar de las ventajas, es preciso recordar que no se trata de una solución mágica. El Aloe Vera es una planta que también contiene compuestos que podrían producir efectos adversos cuando es consumido en grandes dosis o de forma descontrolada.

Posible toxicidad por dosis muy elevadas.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) asevera que los compuestos hidroxiantracénicos que se encuentran en el Aloe Vera pueden ser tóxicos en grandes cantidades. Dichos compuestos tienen potencial genotóxico, esto es, que pueden inducir mutaciones en las células. Por ello la Unión Europea prohibió su incorporación a los alimentos en el año 2021. El consumo de Aloe Vera no debe hacerse, en modo alguno, de forma excesiva, y no hay que olvidar asegurar de que el producto esté exento de aloína, un compuesto relacionado con la toxicidad que, al parecer, puede producir efectos indeseables crónicos.

Interacciones con medicamentos

El Aloe Vera puede interactuar con algunos fármacos, sobre todo aquellos que son diuréticos o anticoagulantes, e incluso su efecto laxante puede disminuir la acción de ciertos medicamentos al facilitar su eliminación del organismo. Además, esta planta puede bajar el nivel de azúcar en sangre, y para las personas con diabetes eso puede tener una consecuencia muy peligrosa si no se controla adecuadamente.

Formas seguras de consumir

No se trata únicamente de una moda pasajera, sino que es necesario hacerlo con responsabilidad, con la finalidad de prevenir posibles efectos secundarios.

Gel y zumo, las variantes más habituales; posible toxicidad a altas dosis

Es la pulpa transparente de las hojas, el gel de Aloe Vera será apto para el consumo siempre que esté libre de aloína. Se puede mezclar con agua, zumos o batidos. Por otro lado, al jugo, si no se filtra la hoja completa, su obtención sería tras triturar la hoja, pero debería estar filtrado para eliminar los componentes tóxicos.

Bebida casera de Aloe Vera

Para sacar partido de las propiedades del Aloe Vera, preparar un refresco en casa es un buen plan. Solo hay que contar con una hoja de Aloe Vera fresca, un litro de agua y, en caso que se quiera, un edulcorante natural. Con ello, solo hay que cortar una hoja de Aloe Vera, retirar la pulpa, batirla con el agua para conseguir un refresco natural.