Lleva tiempo acercándose a los humanos, la gripe aviar H5N1 ha pasado por varias especies animales hasta asentarse entre los mamíferos. Ya afecta a humanos que han estado en contacto con animales infectados, pero no hay casos de humanos contagiados por otros humanos. Falta ese salto, si ocurre o no dependerá de muchos factores, pero cuantas más especies animales sean portadoras más posibilidades hay de que se produzca ese temido paso. 

“El riesgo para humanos es bajo, no está documentado que se transmita entre personas”, confirma Margarita del Val, investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC, UAM). “Los casos existentes son de animales de granja que contagian a los trabajadores de la granja y no está documentado que se transmita entre personas. Eso sería el escalón más grave”, añade. 

Ese escalón, ese salto, puede darse y debemos estar preparados. Pero si bien Del Val destaca la situación de riesgo bajo, también reconoce que la gripe aviar nos acecha. “El virus nos está acorralando, ha pasado de aves silvestres a aves de corral con más de 100 millones de aves en Estados Unidos infectadas, también haya pasado a mamíferos -nunca había pasado a mamíferos marinos-, ha pasado a rumiantes como las vacas y ahora se transmite por la leche, y ha pasado a mamíferos domésticos que están en las granjas; todo eso nos está acorralando”, señala. 

¿Puede llegar a ser transmisible en los humanos?

El virus de la gripe puede reorganizarse genéticamente y eso facilita su paso entre especies. “Cuando un virus de la gripe proveniente de un ave infecta a un cerdo y eso mismo cerdo se infecta a la vez con un virus de la gripe de un trabajador que tiene la gripe humana, cuando se reempaquetan genéticamente esos virus se pueden equivocar. En lugar de coger todos los trocitos de genes del virus del ave ordenadamente y los del humano ordenadamente los puede mezclar y cualquier combinación es más peligrosa. Entonces es muy fácil generar virus nuevos a base de reorganizar el conjunto de fragmentos”, explica Del Val. 

El virus está haciendo cosas muy inesperadas, está siendo capaz de de hacerse compatible con la fisiología de organismos muy distintos

“Es como si tú tienes dos libros encuadernados o si los tienes en fascículos sueltos. Si se te caen los tomos al suelo sin encuadernar, pues es más fácil que los cojas y los mezcles, mientras que si son dos libros encuadernados, no los mezclas”, aclara la viróloga. 

Expansión mundial de la gripe aviar

Mientras el virus se extiende entre las especies animales, aumentan las posibilidades de esa reorganización fatídica, de que se mezclen los fascículos genéticos de los virus humanos y aviares y que así acabe siendo transmisible entre nosotros. “Estamos jugando cada vez más números de una lotería”, ilustra Del Val. 

La actual expansión de esta gripe entre animales domésticos de Estados Unidos es uno de los focos de mayor preocupación del momento. La administración Biden ha aumentado los fondos destinados a la vigilancia veterinaria antes de que llegue una administración en cuyo frente sanitario Donald Trump quiere poner a Robert F. Kennedy, un negacionista de las vacunas. Una de las recomendaciones de la actual administración en las zonas donde hay animales es que la población se vacune de gripe para evitar así la expansión de la gripe humana y se reduzcan las posibilidades de ese salto del virus de la gripe aviar a los humanos. 

“El virus está haciendo cosas muy inesperadas para esta familia de gripe de virus de la gripe, porque está siendo capaz de de hacerse compatible con la fisiología de organismos muy distintos”, asegura Fernando Valladares, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y autor de Las Pandemias, recientemente publicado bajo el sello del CSIC. “Van más de 90 especies de aves, más de 20 especies de mamíferos y va ganando esa flexibilidad para entrar en distintos huéspedes”, añade. 

Valladares señala a los gatos y a los cerdos como los casos a seguir de cerca ya que en estas especies pueden coincidir la aviar con la gripe humana y reorganizarse para hacerse compatible con nuestra fisiología. Entre gatos domésticos y otros felinos ya se han dado casos. También se ha detectado un caso en cerdos en una granja de Oregón en EEUU. “La infección de cerdos es un es un punto y aparte, para tomárselo mucho más en serio”, afirma Del Val.

Técnicos sanitarios recogen muestras en Noruega.
Técnicos sanitarios recogen muestras en Noruega.

Elisa Pérez-Ramírez, viróloga veterinaria en el Centro de Investigación en Sanidad Animal también subraya la gran expansión del virus por el mundo y entre especies, pero destaca el caso de las vacas. “El salto a las vacas lecheras en Estados Unidos es el salto del virus que más nos preocupa y el que menos esperábamos. Es una situación muy complicada la que tienen ahora mismo allí con más de 900 granjas afectadas en 16 estados. Con este salto aumenta el riesgo porque es una especie ganadera con la que tenemos muchísima interacción y mucho contacto, por lo que aumenta mucho más el riesgo de que este virus pueda acabar saltando a los humanos”, asegura la experta del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC).

De hecho, ya se han producido estos saltos. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. el año 2024 dejó las primeras 60 infecciones humanas confirmadas por H5N1 en Estados Unidos. 

Nadie se aventura a asegurar que en este acorralamiento del virus se vaya a dar el salto definitivo de la trasmisión entre humanos, pero tampoco se puede decir, categóricamente, lo contrario. “El virus está está avanzando muy rápidamente, antes lo hacía año a año, ahora avanza mes a mes”, asegura Valladares.

Un viejo conocido

Las comparaciones de la gripe aviar con nuestra reciente y traumática experiencia del COVID son obligatorias. La principal diferencia es que la gripe es una vieja conocida y la aviar H5N1, también. “La gripe aviar y el subtipo H5N1 no es un virus que sea nuevo, sino más bien todo lo contrario. Lo conocemos desde finales de los 90, en torno al año 96 y 97, cuando surgió en el sudeste asiático y, por tanto, no es como la situación de COVID-19, sino que es un virus frente al que tenemos bastantes herramientas para actuar. A nivel de diagnóstico estamos bastante avanzados porque, por lo menos en la industria avícola, es un virus que conocemos desde hace mucho tiempo y entonces el diagnóstico está puesto a punto”, asegura Elisa Pérez-Ramírez.

La Agencia Española del Medicamento tiene aprobadas vacunas para ser la base para una vacuna cuando llegue una pandemia de gripe aviar H5N1

Otra ventaja respecto al COVID es que ya hay vacunas. “La Agencia Española del Medicamento tiene aprobadas vacunas para ser la base para una vacuna para cuando llegue una pandemia de gripe aviar H5N1. Este año han aprobado dos más, una como para vacunar directamente con H5N1 y otra como base para adaptarla al virus que llegue en caso de que sea muy distinto de esta que tenemos ya preparada. O sea, que está todo preparado para lo que haga falta. Es cierto que fabricar las dosis hasta que no sepas contra qué no te puedes poner. Pero ya han pasado todos los temas de seguridad”, afirma Margarita del Val.

Una letalidad por descubrir

Ese conocimiento nos da ciertas ventajas frente a una enfermedad que no está claro cómo podría afectarnos. Fernando González Candelas, catedrático de la Universidad de Valencia, subraya que la letalidad de los casos humanos de H5N1 se ha comprobado alta entre humanos, pero que los casos más recientes en su mayoría han sido más leves, una idea que también destaca Margarita del Val. 

“Los casos en los que se detectó alta mortalidad en humanos se puede deber a que fueron los casos en los que dio la cara, pudo ser una punta del iceberg, no sabemos cuántos casos había por debajo.  Es un poco, si recuerdas, lo que pasó con el COVID al principio, una letalidad altísima. Claro, una letalidad altísima porque efectivamente las personas a las que se diagnosticaba COVID eran porque tenían síntomas graves”, explica González Candelas. Con todo, asegura que “la preocupación es que pueda ser algo serio”.

“¿Te acuerdas de la gripe del 2009, la gripe A? Las alertas que se lanzaron entonces saltaron porque se temía que pudiese ser algo como lo que se espera que sea la H5N1”, asevera el catedrático de la Universidad de Valencia.

La preocupación es la palabra que más le sale a los expertos al hablar de la gripe aviar. A Margarita del Val le preocupa “el potencial y el historial de la gripe”. Un potencial pandémico con una mortalidad demostrada, sobre todo con la pandemia conocida como la gripe española que mató al 2,5% de la población mundial de 1918: más de 40 millones de personas. Ese porcentaje de 2,5 hoy sería de más de 200 millones de personas.