Los horarios de las comidas determinan la salud, y la cena tiene un papel muy importante. La elección de la cena puede mejorar el metabolismo y, si se sabe elegir correctamente, percibir mejor el descanso nocturno. La clave de la cena radica en no cenar demasiado tarde y dejar el tiempo justo antes de irse a dormir.

La importancia de la cena en nuestra salud

Además de ser un momento de disfrute, la cena también puede incidir en muchos aspectos de la salud. Mantener un horario adecuado puede contribuir a mejorar la digestión, optimizar el descanso y favorecer el control del peso.

Cómo afecta la cena al metabolismo

Cenar tarde puede cambiar el metabolismo e interferir en la digestión. El organismo continúa procesando los alimentos cuando debería estar en reposo, lo que provocará problemas como el incremento de peso o el problema para conciliar el sueño. Además, el metabolismo es más lento por la noche, por lo que las calorías consumidas en este periodo van a ser almacenadas como alimento con mayor facilidad.

El impacto de la cena en la calidad del sueño

Comer justo antes de dormir mantenía al organismo en alerta constante, afectando la producción de melatonina y perjudicando así la regularidad del ciclo circadiano. Un descanso deficiente podía afectar la memoria, la concentración y la regulación hormonal del organismo.

¿Cuál es la mejor hora para cenar?

La regla de las tres horas antes de dormir

Realizar la cena bien comidas las tres horas previas antes de irse a la cama es un régimen correcto para que el organismo tenga tiempo para procesar la comida y entrar en un estado de reposo que le permita dormir. Si la hora de acostarse es a las 12, la hora correcta de la cena sería antes de las 9.

Adaptar la cena al estilo de vida

Aunque no existe una hora estándar o universal para la cena, se debe tener en cuenta que igualmente es recomendable seguir una rutina y mantener un horario para la última comida del día conforme a nuestras necesidades, esto sí, guardando siempre el margen de las tres horas antes de irse a dormir. Finalmente, lo que se recomienda es no hacer cenas muy copiosas y optar por cantidades moderadas con el objetivo de no forzar al sistema digestivo.

Cómo mejorar los hábitos de cena para vivir más

Cena ligera y balanceada

Los individuos que adoptan ciertas conductas con el fin de mantener su buena salud tienden a tomar alimentos ligeros, evitando aquellos alimentos excedidos en peso y consistencia o en azúcares o, en su importancia, en azúcares y grasas. Incluir proteínas magras, verduras y grasas saludables contribuirá a una mejor digestión y una mejor calidad del sueño. Las recomendaciones serán el pescado, el aguacate, los frutos secos o el vegetales de hoja verde.

La importancia del ayuno nocturno

Respetar un periodo de ayuno entre la cena y el desayuno ayuda al cuerpo a entrar en una fase de regeneración. Dejar pasar, por lo menos, 12 horas entre la cena y el desayuno mejorará la salud metabólica. El ayuno intermitente ha mostrado también beneficios en la reducción del riesgo de enfermedades crónicas: la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

Consejos adicionales para una cena saludable

Evitar alimentos estimulantes

El café, el cacao y las bebidas azucaradas pueden dificultar el sueño si se ingieren antes de dormir. Lo mejor sería decantarse por infusiones relajantes como la manzanilla o la valeriana.

Crear un entorno adecuado para la cena

Comer en un entorno tranquilo y sin distracciones ayuda a digerir los alimentos y a favorecer una mejor relación hacia la comida. Evitar pantallas y dispositivos durante la cena puede ayudar a reducir el estrés y a disfrutar así más de la comida.

Así que ya lo sabes, cenar a horas tempranas y optar por los alimentos adecuados puede tener una gran incidencia en la salud y el bienestar general. Adaptar la ingesta de los propios alimentos correspondientes a este tipo de recomendaciones conducirá a un mejor descanso, a un mejor funcionamiento del propio metabolismo en las horas correspondientes y a una mayor longevidad.