La gripe estomacal o gastroenteritis viral es una inflamación del tracto gastrointestinal, normalmente provocado por virus, aunque también bacterias y parásitos pueden ser responsables. El término "gripe estomacal" es en realidad un nombre inapropiado porque los virus que causan la gripe (influenza) no provocan la enfermedad estomacal. Los principales culpables de la gastroenteritis son los rotavirus y los norovirus. Los síntomas incluyen náuseas, vómitos, diarrea, fiebre ligera, dolor de cabeza, dolores musculares y pérdida de apetito.

La duración de la enfermedad varía según el virus. En general, los síntomas de la gripe estomacal tardan entre uno y tres días en aparecer después de la infección, conocido como el periodo de incubación. Cuando los síntomas aparecen, por lo general duran de uno a dos días, aunque pueden durar hasta diez días.

Cómo se contagia

Ahora, ¿cómo se contagia la gripe estomacal? La respuesta corta: muy fácilmente. Los virus que causan la enfermedad pueden vivir en las superficies durante semanas. Se propagan principalmente a través del contacto con una persona infectada o al ingerir alimentos o agua contaminada. Los virus entéricos, como los que causan la gripe estomacal, expulsan millones de partículas virales en cada deposición de una persona infectada. Solo se necesitan unas pocas de estas partículas para infectar a otra persona.

El contagio puede ocurrir de varias maneras. Una de las más comunes es la ruta fecal-oral. Esto puede suceder si una persona infectada no se lava adecuadamente las manos después de ir al baño y luego toca objetos o prepara alimentos. Las personas pueden infectarse al tocar objetos contaminados y luego llevarse las manos a la boca. Los alimentos y las bebidas también pueden contaminarse si se preparan o se sirven por una persona infectada.

Peligrosa en personas vulnerables

Aunque solo suele ser una molestia temporal para la mayoría de las personas, la gripe estomacal puede ser peligrosa para algunos, especialmente para los bebés, los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos debilitados.

Para las personas que corren el riesgo de deshidratarse, es vital buscar atención médica. La rehidratación oral con soluciones que contienen electrolitos es la forma más común de tratar la deshidratación. En los casos más graves, puede ser necesario el ingreso hospitalario para la rehidratación intravenosa.

Cómo evitarla

Mientras que la vacunación puede prevenir algunas formas de gastroenteritis, como rotavirus y algunas bacterias, la prevención de la gripe estomacal en general requiere buena higiene y limpieza.

Lavarse las manos con regularidad, especialmente después de ir al baño y antes de comer, es la mejor defensa contra la gripe estomacal. También es importante limpiar y desinfectar regularmente las superficies de la casa, especialmente en la cocina y el baño, para eliminar cualquier partícula viral que pueda estar presente. En suma, la prevención es la mejor arma contra este desagradable intruso.