Han pasado cinco años desde que el COVID-19 paralizara nuestro mundo. Cinco años de la experiencia colectiva más traumática que hemos vivido la mayoría de los españoles vivos. Una ola de enfermedad que mostró nuestras vulnerabilidades y nuestra dependencia de otros países para afrontar las soluciones sanitarias que necesitábamos como mascarillas, equipamiento o vacunas.

Pasado este tiempo, la gran pregunta que nos ronda a todos es si estamos preparados para afrontar una situación parecida. Hablamos con Pedro Gullón, director de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y epidemiólogo, quien durante aquellos años de subidas y bajadas de incidencias, de olas, picos, restricciones y vacunas fue uno de los muchas voces de expertos que a los periodistas nos ponía en orden a cuantos interrogantes nos abrían todas las circunstancias sanitarias nuevas de las que teníamos informar.

"Yo creo que la pregunta no es si estamos preparados o no, porque es un proceso continuo en el que siempre avanzamos y aprendemos. Sin embargo, no estamos en la misma situación que en 2020", señala Gullón. "Hemos implementado mejoras significativas en vigilancia, gobernanza y respuesta rápida".

Uno de los mayores avances ha sido la modernización del sistema de vigilancia epidemiológica. "Durante la pandemia vimos que había profesionales que todavía registraban datos a con bolígrafo, lo que ralentizaba la respuesta. Ahora tenemos el Real Decreto sobre el nuevo Sistema de Vigilancia de Salud Pública en España y esto es por todo el aprendizaje que adquirimos durante la pandemia para intentar automatizar al máximo posible los datos y que tengamos una información lo más precisa posible”, explica. 

Hemos implementado mejoras significativas en vigilancia, gobernanza y respuesta rápida

Pero si algo destaca de la actual preparación es la mejora de nuestra capacidad de respuesta. “La reserva estratégica, ahora mismo, está muy bien organizada, con reservas que tenemos de diferentes medicamentos, tratamientos, vacunas y sistemas de apoyo respiratorio que se pueden utilizar ante diferentes impactos en salud pública que puedan ocurrir”, asegura. 

En este sentido, considera que todavía va a mejorar a la luz de la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública que el pasado jueves aprobaron todos los partidos políticos, menos Vox. “La Agencia Estatal de Salud Pública, aumenta el cuerpo técnico y ayudará en la respuesta ante cualquier crisis de salud pública". Además el Ministerio de Sanidad trabaja en un plan de preparación y respuesta ante amenazas graves para la salud “que lo tenemos ya en reacción casi final”, afirma.

Si preguntas a cualquier experto en salud pública cuál será la próxima pandemia, la mayoría te dirá que será una gripe

La amenaza de la gripe aviar

Estos aprendizajes del Covid quizá se tengan que poner en práctica antes de lo deseado, a la luz de la preocupación existente entre la comunidad científica por la expansión de la gripe aviar por el mundo. "La gripe aviar es una de las amenazas más preocupantes. Ha habido casos en mamíferos en América y contagios en humanos en EE.UU., aunque sin evidencia de transmisión sostenida entre personas", advierte Gullón.

Los virus de la gripe están siempre en el radar de los virólogos y epidemiólogos. "Si preguntas a cualquier experto en salud pública cuál será la próxima pandemia, la mayoría te dirá que será una gripe, porque es el tipo de virus que históricamente ha causado más pandemias", señala Gullón.

Hemos reforzado la vigilancia en animales y en humanos, porque la clave para frenar una pandemia es detectarla antes de que se propague masivamente

El problema con la gripe aviar es que el virus está evolucionando y ha comenzado a infectar a mamíferos, un paso que lo acerca a una posible transmisión entre humanos. "En América hemos visto infecciones en zorros, visones y otros mamíferos, lo que nos indica que el virus se está adaptando a nuevos huéspedes. Todavía no hemos visto una transmisión sostenida entre humanos, pero no podemos descartarlo", explica. 

En Europa, la situación es diferente. "Aquí, los casos en humanos han sido en trabajadores con alta exposición a aves infectadas y sin síntomas graves. Aun así, seguimos en una vigilancia activa para detectar cualquier cambio en la epidemiología del virus". Para ello, España trabaja en coordinación con organismos internacionales. "Estamos en constante comunicación con la OMS y el Centro Europeo de Control de Enfermedades para monitorear la situación. A nivel nacional, hemos reforzado la vigilancia en animales y en humanos, porque la clave para frenar una pandemia es detectarla antes de que se propague masivamente". Gullón asegura que se trabaja bajo el enfoque One Health, que integra la vigilancia en salud humana, animal y ambiental. "Esto es clave para detectar amenazas como la gripe aviar y actuar con rapidez", precisa.

En cuanto a las medidas que se tomarían, en caso de que el virus comience a transmitirse entre humanos, Gullón explica que ya existe un plan de respuesta, pendiente de convertirse en Real Decreto. "Si la gripe aviar llegara a convertirse en una amenaza real para la salud pública en España, activaríamos los mecanismos de gobernanza para coordinar la respuesta con todas las administraciones y los organismos internacionales".

La amenaza de la gripe aviar ha crecido tanto que España y otros países europeos ya están adquiriendo vacunas. "Participamos de unos mecanismos de compra conjunta de Unión Europea que se llaman de gripe pandémica que, en el caso de declararse una emergencia pública internacional por gripe, tendríamos la opción de adquirirlas inmediatamente. Participamos en estas compras conjuntas desde hace muchos años. En lugar de tenerla en un stock físico por posibilidad de que se caduquen, tendríamos acceso a ellas una vez se declare la emergencia de salud pública internacional. Son las compañías farmacéuticas las que tienen un stock pensado para todos los para todos los países y en caso de que se declare nos mandarán las dosis que tenemos pactadas”, asegura.