Sucedió hace unos días que diversos medios de comunicación españoles informaron del fallecimiento del intelectual Noam Chomsky. Curiosamente, la noticia tuvo más difusión en España que entre las principales cabeceras de Estados Unidos, su país de nacimiento y residecia.

Los medios nos hemos especializado en matar y resucitar a personas relevantes. La dictadura de la inmediatez nos lleva muchas veces a sucumbir ante la ansiedad que provoca el hecho de que un diario de la competencia lleve una noticia que nosotros no tenemos... y que intuimos que puede atraer audiencia.

En nuestro descargo, cabe decir que no fuimos los únicos que matamos a este nonagenario. Pablo Iglesias e Íñigo Errejón también lo hicieron. Mientras todos nosotros le dábamos sepultura informativa... la Agencia EFE informaba de que acababa de ser dado de alta en un hospital de San Pablo (Brasil). Poca broma.