VII Congreso Internacional de Inteligencia Artificial

Vivimos inmersos en tiempos de conflicto y la actualidad nos trae cada día un nuevo frente abierto en distintos campos, desde el militar hasta el medioambiental pasando por el sanitario, el energético o el logístico. Sobre todas estas áreas planea una misma preocupación común: la seguridad.

La defensa es clave y en este sentido la inteligencia artificial juega un papel crucial al permitir la detección temprana de amenazas, el análisis de cantidades ingentes de datos, la identificación de patrones y tendencias, y que la toma de decisiones sea más rápida y efectiva. En definitiva, permite mejorar la seguridad de manera global, desde la ciberseguridad hasta la vigilancia en tiempo real. Su capacidad para adaptarse y aprender de forma autónoma hace de la inteligencia artificial un instrumento imbatible para proteger personas y activos en un mundo cada vez más complejo y para consolidar el concepto de defensa como garantía de la democracia ante los cambios geopolíticos.

La inteligencia artificial está transformándolo todo, también la forma en la que se libran las guerras hoy en día aportando unas capacidades únicas que la convierten en una herramienta estratégica de primer orden para mejorar la efectividad en el campo de batalla.

Sin embargo, como siempre que hablamos de inteligencia artificial, nos enfrentamos a desafíos éticos y legales. En este contexto, es fundamental que podamos garantizar su uso responsable en un entorno cada vez más tecnológico.